jueves, 22 de junio de 2023

Los Miradores más bonitos del Parque Natural Arribes del Duero.

 

Magnífico espectáculo natural desde estos miradores que se asoman al bellísimo y desconocido cañón fluvial. Durante miles de años el rio Duero ha desgastado la roca y creado un surco de 180 km de largo en terreno fronterizo con Portugal, Salamanca y Zamora. El caudal se ha serenado por la creación de presas. Este río que ahora disfrutamos manso y calmado fue hasta hace unos años un rio caudaloso y bravo que buscaba el Atlántico por tierras portuguesas.

Es una invitación al abrazo amoroso de la Naturaleza llena de generosidad y abundancia. Cielo, tierra, aire y agua se funden en estos desfiladeros encajonados por donde discurre el rio Duero. Son muchos los miradores que podemos encontrar, yo os presento los imprescindibles.

Mirador del Fraile


Impresionantes vistas al Salto de Aldeadávila y la central hidroeléctrica una de las principales fuentes de energía que abastece a nuestro país. Vertiginosas vistas sobre una pasarela metálica donde las paredes más altas del cañón acogen al rio Duero. Curiosamente ha sido escenario de películas como Dr Zhivago, Terminator o la serie 30 monedas. Cómo llegar: a 7 km del pueblo de Aldeadávila (Salamanca) por una carretera estrecha y un parking donde dejar el coche. 2 km andando al mirador.

Mirador Picón de Felipe


Mirador natural y escarpado entre rocas que se accede por un sendero a 1,5 km del aparcamiento habilitado a 7 km de Aldeadávila. Las aves sobrevuelan el bellísimo cañón. Sin duda uno de los imprescindibles. Cuenta una leyenda que el pastor Felipe se enamoró de una muchacha en la otra orilla del río y para poder alcanzarla picó la piedras para hacer un puente y cruzar el río. Mirador granítico de paredes gigantes y vigilante del cañón.

Mirador Colagón del tio Paco. 


En un barranco es donde se abre este bonito balcón entre vuelos de buitres leonados, águila real y alimoche en su hábitat natural sobre bosques de almezales, el más extenso de Europa. Podemos adivinar viejos caminos en las laderas usados por los cabreros, oficio que ya está desapareciendo. Se llega a pocos metros del parking habilitado y merendero. A 2 km del pueblo de Mieza (Salamanca).

Mirador de la Code.

Meandro del Duero a modo de “codo” caprichoso y vistas a la frontera con Portugal. Encontramos una bonita poesía que nos inspira: “El alma se rehace y columpia en el aire suspendida, el abismo carece de medida, y la mirada vértigo se hace”. Fermín de Mieza. Está a 500 metros caminando por pista del Mirador Colagón del tio Paco. Mieza (Salamanca).

Mirador Picón del Moro

El cañón se va redondeando y perdiendo altura en Saucelle (Salamanca) pero un bellísimo mirador rocoso vuelve a conquistarnos. Se asciende por un sendero a una cresta rocosa con paredes verticales que nos ofrece el paisaje dulcificado y herboso del cañón. Desde la pasarela metálica vemos la central hidroeléctrica de Saucelle y el pueblo. A 5 km del pueblo de Saucelle. A 200 m andando del parking habilitado.

Mirador del Salto de Saucelle


Llegando al pueblo de Saucelle junto a la carretera se ve el paisaje del curso del rio más dulcificado. El valle da paso al río entre vegetación mediterranea como el olivo, frutales, almendro en suaves inviernos y lluvias escasas.

Embarcadero de Vilvestre

Es un pueblo entre Saucelle y Mieza donde visitamos su pintoresco embarcadero desde donde parten cruceros fluviales. El cielo amenaza tormenta y va jugando con las nubes.

Mirador del Castillo de Vilvestre


Nos acercamos al mirador de Vilvestre a 2 km del pueblo y ascendemos a un atalaya donde existió un castillo y podemos ver las murallas y su espectacular mirador. El valle nos regala la vista a los bancales regados por el río trabajados en la orilla portuguesa. Terrazas que aumentan el suelo cultivable y evita la erosión por las lluvias en esas fuertes pendientes. La tormenta se va acercando y el cañón se vuelve más bello aún resaltando sus aguas de plata junto a los verdes cultivos.

La tierra está sedienta y como en un ceremonial de lluvia nos abrimos y acogemos este regalo. Pertenecemos a la Tierra y a sus ritmos, y como los antiguos guerreros la invocamos y agradecemos. Resuena una frase en mi cabeza: “No todas las tormentas vienen para desordenar la vida, algunas vienen a limpiar el camino…” Las gotas de lluvia conforman un ritmo sagrado, como tambores ceremoniales. Es la danza de la lluvia. Nos sentimos rodeados y habitados por la Madre Tierra.

Mirador Rupurupay


A 3 km de Aldeadávila y caminando por una pista de tierra 1,5 km descendemos a este magnífico mirador. Tras la tormenta del día anterior la mañana está en calma. La Naturaleza nos regala en todo su esplendor el cántico de la Tierra y sus elementos: Tierra: Tú me sostienes. Me alimentas. Me dejas ser./ Aire: Eres expansión. Eres libertad. Eres voz./ Agua: Tú me purificas./ Fuego: Calientas mi espíritu. Disuelves todo lo malo.

 Embarcadero playa del Rostro.


Hay un crucero fluvial desde el embarcadero de Aldeadavila que recorre el río Duero. Está en un pintoresco rincón a 5,8 km del pueblo por carretera.

 Mirador de Las Escaleras


En Fermoselle a 42 km de Aldeadávila está un bonito mirador que parte de la Ermita Santa Cruz a 2,5 km del pueblo. Por una pista nos acercamos en 1,5 km andando.

La orillas son más redondeadas pero los montículos de piedras que confiere na zona natural y privilegiada. Aún queda las ruinas de la casa de los carabineros que controlaban las fronteras, lugar de contrabando e intercambio.

Mirador del Gran Meandro del Duero

A 10 kim de Fermoselle en el pueblo Pinilla de Fermoselle parte una bonita ruta de 2 km de ida a uno de los miradores más bellos que puedan existir en las Arribes. Es un lugar natural donde no existe ninguna plataforma como mirador, sino vas buscando el mejor ángulo de visión de este meandro sobre las rocas. Silencioso y milenario se abre al movimiento del río a ritmo lento, calmado, sereno como el abrazo de la Madre Tierra, nos protege, nos nutre. Nos sentimos enraizados. “Tierra me siembro en ti para que me crezcas… “ Jorge Gay

Mirador Penedo Amarelo

En tierras portuguesas, en el mismo pueblo de Miranda de Douro junto a las calles comerciales se tienen vistas privilegiadas del cañón del río con verticales paredes de granito.

 Mirador de las murallas


En la ciudad de Miranda do Douro se pueden visitar varios monumentos como el castillo, el jardín del obispo o el centro histórico. Junto a la concatedral encontramos restos de la muralla y desde donde vemos el cañón del río.

Embarcadero de Miranda do Douro

Estamos en la Estación biológica internacional desde donde parten cruceros para visitar el cañón desde abajo. Es un paseo delicioso con explicaciones de la fauna y flora de los arribes, singularidades ecológicas y medioambientales de todo este espacio natural. Las diferencias que existen entre las especies vegetales de las 2 orillas orientadas al norte o al sur. Al finalizar te dan una degustación de vino portugués.

Mirador Fraga do Puio de Picote. 

A 22 km de Miranda do Douro, en el pueblo portugués de Picote se alza un espectacular mirador de cristal sobre un meandro del río que hace un bello recodo.

 Aquí finaliza nuestro recorrido. “La única paz que encontrarás en las montañas es la que tú mismo lleves allí…!”

 




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