domingo, 15 de marzo de 2015

Saas Fee, die perle der Alpen.


Es julio, disfrutamos del habitual tiempo en Euskadi, ni mucho calor, ni mucho frío, ni mucho sol, ni mucha lluvia.
Este año, en contra a lo que ha venido habitual, nos disponemos a volar a Ginebra (en anteriores ocasiones lo hemos hecho a Milan). Nuestros dos primeros objetivos son Allalinhorn (4.067m) y Strahlhorn (4.190m) para luego tratar de ascender al Mont Blanc por la ruta de los cuatromiles.
A una semana vista de nuestra partida la meteo no pinta bien, la estabilidad atmosférica que suele imperar durante ésta época del año brilla por su ausencia y leemos que ha nevado bastante durante éste mes.
En el aeropuerto sobrepeso, viaje movidito a Ginebra y al coche, autopista y dirección Saas Fee.
Saas Fee, la perla de los Alpes, una bonita localidad de montaña en el cantón del Valais, enclaustrada en el distrito de Visp. Para acceder a ella se ha de recoger un ticket y para salir se ha de intercambiar ese ticket por dinero.
Después de pasar una noche cara, cogemos el teleférico hasta la estación de Felskinn (2.991m) y de ahí el tren cremallera hasta la estación superior de Allalin (3.500m). Nuestro plan consiste en subir al Allalinhorn (desnivel positivo de 567m) con la mochila para dos días y bajar desde cima al Brittania Hutte (3.030m).
Al salir de la estación del tren nos encontramos dentro de una nube y con calor en altura. Sacamos el material y echamos a andar. La ascensión comienza entre pistas de esquí y sorteando contadas grietas y seracs, se dirige hacia el collado Feejoch (3.822m). Desde ahí asciende hasta la arista somital que conduce sin sobresaltos hasta la cruz metálica que marca la cima.
Es una ascensión fácil y poco exigente, para ir haciendo el cuerpo a la altura está muy bien, pero no esperes encontrar un recoveco en el que disfrutar a solas de los grandes picos del Valais ya que la densificación es brutal.
Arista somital Allalinhorn.
Como el tiempo no acompaña, de hecho no vemos por dónde atacar la bajada, decidimos retirarnos por donde hemos venido, y bajar por medios mecánicos hasta la estación de Felskinn, para desde ahí llegar en aproximadamente 30’ hasta Brittania Hutte.
El refugio se encuentra enclavado entre los glaciares Chessjen y Hohlaub y cuenta con todas las comodidades de un refugio moderno. Pasamos las horas entre lecturas, cervezas y un encontronazo con gente conocida, con la ilusión de que el tiempo mejora. ¡A ver si vemos algo!
Strahlhorn desde Brittania Hutte.
Tocan diana, madrugón, caras largas, alergia al agua fría, desayuno a la carrera, algún empujón con su muy educada disculpa y por fin, todo listo, son las 3.50am.
La ruta comienza con un descenso de unos 100m hasta llegar al glaciar de Hohlaub, una vez en él, hay que encaminarse hacia las proximidades de la arista  de Hohlaub (2.900m) para incorporarse al glaciar de Allalin. Por nuestra parte continuamos bajando siguiendo unas marcas azules y blancas que salen desde el refugio. Cuando nos dimos cuenta del error y después de un par de juramentos en arameo, remontamos un espolón formado por grandes, bloques para salir a la huella buena con las primeras luces del amanecer.
Ya sólo queda llegar al Adlerpass (3.800m) y continuar hacia el Strahlhorn (a la izquierda del Adlerpass). Este último tramo de ascensión (390m) es el más duro del día. Llegamos arriba todavía con el día despejado, la panorámica es fantástica, Cervino, Mont Blanc, el vecino Rimpfischhorn… En total y sin contar con nuestro error, son unas 5h desde Brittania Hutte hasta la cruz que marca la cima.
Arista somital Strahlhorn.
La bajada hasta el refugio se hace en unas 3.5h, no teniendo más dificultad que la condición en la que se encuentra la nieve.
Ya en refugio y después de unos minutos de descanso, decidimos bajar a coger el teleférico a la estación de Felskinn para bajar a Saas Fee, desde donde pusimos rumbo a Chamonix inmersos en el anunciado mal tiempo.










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