Fuertes lluvias, relámpagos y truenos; pero en cuanto da la hora de cenar caigo redondo en la cama y me sumo en el mundo de los sueños. Reventado y arrastrando todo el cansancio del mundo suena la alarma. Parado el infernal pitidito y cuando ya estoy desperezado, a punto de sacar una pata del catre.. se me ilumina la bombilla y vuelvo a mirar la hora. TODAVIA NO ES NI EL DIA SIGUIENTE. Con que felizmente vuelvo a caer en las redes del sueño.
Puntual y está vez sin error, a horas que la gente se echaría las manos a la cabeza y tildarían a uno de loco, doy comienzo a la jornada...
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