Seguimos con nuestra semana de montaña por Cataluña, y volvemos a pasar la noche en el refugio Lluís Estasen, donde nos trataron y atendieron de maravilla, con ese ambiente montañero tan auténtico que hace que uno se sienta como en casa. A la mañana siguiente, mientras la noche termina y el día empezaba a despuntar, nos preparamos para afrontar la ascensión al Pedraforca. Amaia, que no tenía muchas ganas de subir, decide bajar andando hasta Saldes, donde nos esperará a Raquel, Josetxo y a mí al final de la jornada.
Al alcanzar el collado, giramos a la izquierda para afrontar la conocida grimpada, como la llaman en la zona, una entretenida canal equipada en un tramo con una cuerda, que ayuda en su progresión. Los pasos son fáciles pero obligan a usar las manos, añadiendo ese punto de aventura que hace tan especial esta subida. Superado este tramo, alcanzamos la cresta y llegamos a la Cima Norte, seguimos unos metros por la cresta en dirección a la cima principal. Antes de alcanzarla, tenemos que descender unos metros y volvemos a subir, un par de veces, en todos estos tramos, nos encontramos pasos de I y II grado, siempre sobre roca firme y disfrutona.
Desde la cima, las vistas son sencillamente alucinantes. El Pedraforca, al ser una montaña aislada, ofrece una panorámica de 360º sobre el Pirineo y el Prepirineo catalán que deja sin palabras.......................
El repor completo en :
https://covaloria.blogspot.com/2025/11/pedraforca-14-8-25.html



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