Magnífico espectáculo natural desde
estos miradores que se asoman al bellísimo y desconocido cañón fluvial. Durante
miles de años el rio Duero ha desgastado la roca y creado un surco de 180 km de
largo en terreno fronterizo con Portugal, Salamanca y Zamora. El caudal se ha
serenado por la creación de presas. Este río que ahora disfrutamos manso y
calmado fue hasta hace unos años un rio caudaloso y bravo que buscaba el
Atlántico por tierras portuguesas.
Es una invitación al abrazo amoroso de
la Naturaleza llena de generosidad y abundancia. Cielo, tierra, aire y agua se
funden en estos desfiladeros encajonados por donde discurre el rio Duero. Son
muchos los miradores que podemos encontrar, yo os presento los imprescindibles.
Mirador del Fraile
Mirador de la Code.
Meandro del Duero a modo de “codo”
caprichoso y vistas a la frontera con Portugal. Encontramos una bonita poesía
que nos inspira: “El alma se rehace y columpia en el aire suspendida, el abismo
carece de medida, y la mirada vértigo se hace”. Fermín de Mieza. Está a 500
metros caminando por pista del Mirador Colagón del tio Paco. Mieza (Salamanca).
Mirador Picón del Moro
El cañón se va redondeando y perdiendo altura en Saucelle (Salamanca) pero un bellísimo mirador rocoso vuelve a conquistarnos. Se asciende por un sendero a una cresta rocosa con paredes verticales que nos ofrece el paisaje dulcificado y herboso del cañón. Desde la pasarela metálica vemos la central hidroeléctrica de Saucelle y el pueblo. A 5 km del pueblo de Saucelle. A 200 m andando del parking habilitado.
Mirador del Salto de Saucelle
Llegando al pueblo de Saucelle junto a
la carretera se ve el paisaje del curso del rio más dulcificado. El valle da
paso al río entre vegetación mediterranea como el olivo, frutales, almendro en
suaves inviernos y lluvias escasas.
Embarcadero de Vilvestre
Es un pueblo entre Saucelle y Mieza
donde visitamos su pintoresco embarcadero desde donde parten cruceros
fluviales. El cielo amenaza tormenta y va jugando con las nubes.
Mirador del Castillo de Vilvestre
La tierra está sedienta y como en un
ceremonial de lluvia nos abrimos y acogemos este regalo. Pertenecemos a la
Tierra y a sus ritmos, y como los antiguos guerreros la invocamos y
agradecemos. Resuena una frase en mi cabeza: “No todas las tormentas vienen para desordenar la
vida, algunas vienen a limpiar el camino…” Las gotas de lluvia
conforman un ritmo sagrado, como tambores ceremoniales. Es la danza de la
lluvia. Nos sentimos rodeados y habitados por la Madre Tierra.
Mirador
Rupurupay
Embarcadero playa del Rostro.
Hay un
crucero fluvial desde el embarcadero de Aldeadavila que recorre el río Duero.
Está en un pintoresco rincón a 5,8 km del pueblo por carretera.
Mirador de Las Escaleras
En
Fermoselle a 42 km de Aldeadávila está un bonito mirador que parte de la Ermita
Santa Cruz a 2,5 km del pueblo. Por una pista nos acercamos en 1,5 km andando.
La orillas
son más redondeadas pero los montículos de piedras que confiere na zona natural
y privilegiada. Aún queda las ruinas de la casa de los carabineros que
controlaban las fronteras, lugar de contrabando e intercambio.
Mirador del Gran Meandro
del Duero
A 10 kim de Fermoselle en el pueblo Pinilla de Fermoselle parte una bonita ruta de 2 km de ida a uno de los miradores más bellos que puedan existir en las Arribes. Es un lugar natural donde no existe ninguna plataforma como mirador, sino vas buscando el mejor ángulo de visión de este meandro sobre las rocas. Silencioso y milenario se abre al movimiento del río a ritmo lento, calmado, sereno como el abrazo de la Madre Tierra, nos protege, nos nutre. Nos sentimos enraizados. “Tierra me siembro en ti para que me crezcas… “ Jorge Gay
Mirador
Penedo Amarelo
En tierras
portuguesas, en el mismo pueblo de Miranda de Douro junto a las calles
comerciales se tienen vistas privilegiadas del cañón del río con verticales
paredes de granito.
Mirador de las murallas
En la ciudad
de Miranda do Douro se pueden visitar varios monumentos como el castillo, el
jardín del obispo o el centro histórico. Junto a la concatedral encontramos
restos de la muralla y desde donde vemos el cañón del río.
Estamos en
la Estación biológica internacional desde donde parten cruceros para visitar el
cañón desde abajo. Es un paseo delicioso con explicaciones de la fauna y flora
de los arribes, singularidades
ecológicas y medioambientales de todo este espacio natural. Las diferencias que
existen entre las especies vegetales de las 2 orillas orientadas al norte
o al sur. Al finalizar te dan una degustación de vino portugués.
Mirador
Fraga do Puio de Picote.
A 22 km de
Miranda do Douro, en el pueblo portugués de Picote se alza un espectacular
mirador de cristal sobre un meandro del río que hace un bello recodo.
Aquí finaliza nuestro recorrido. “La única paz que encontrarás en las montañas es la que tú mismo lleves allí…!”
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