Es julio, disfrutamos del
habitual tiempo en Euskadi, ni mucho calor, ni mucho frío, ni mucho sol, ni
mucha lluvia.
Este año, en contra a lo que ha
venido habitual, nos disponemos a volar a Ginebra (en anteriores ocasiones lo
hemos hecho a Milan). Nuestros dos primeros objetivos son Allalinhorn (4.067m)
y Strahlhorn (4.190m) para luego tratar de ascender al Mont Blanc por la ruta
de los cuatromiles.
A una semana vista de nuestra
partida la meteo no pinta bien, la estabilidad atmosférica que suele imperar
durante ésta época del año brilla por su ausencia y leemos que ha nevado
bastante durante éste mes.
En el aeropuerto sobrepeso, viaje
movidito a Ginebra y al coche, autopista y dirección Saas Fee.
Saas Fee, la perla de los Alpes,
una bonita localidad de montaña en el cantón del Valais, enclaustrada en el
distrito de Visp. Para acceder a ella se ha de recoger un ticket y para salir
se ha de intercambiar ese ticket por dinero.
Después de pasar una noche cara,
cogemos el teleférico hasta la estación de Felskinn (2.991m) y de ahí el tren
cremallera hasta la estación superior de Allalin (3.500m). Nuestro plan
consiste en subir al Allalinhorn (desnivel positivo de 567m) con la mochila
para dos días y bajar desde cima al Brittania Hutte (3.030m).
Al salir de la estación del tren
nos encontramos dentro de una nube y con calor en altura. Sacamos el material y
echamos a andar. La ascensión comienza entre pistas de esquí y sorteando
contadas grietas y seracs, se dirige hacia el collado Feejoch (3.822m). Desde
ahí asciende hasta la arista somital que conduce sin sobresaltos hasta la cruz
metálica que marca la cima.
Es una ascensión fácil y poco
exigente, para ir haciendo el cuerpo a la altura está muy bien, pero no esperes
encontrar un recoveco en el que disfrutar a solas de los grandes picos del
Valais ya que la densificación es brutal.
Arista somital Allalinhorn.
Como el tiempo no acompaña, de
hecho no vemos por dónde atacar la bajada, decidimos retirarnos por donde hemos
venido, y bajar por medios mecánicos hasta la estación de Felskinn, para desde
ahí llegar en aproximadamente 30’ hasta Brittania Hutte.
El refugio se encuentra enclavado
entre los glaciares Chessjen y Hohlaub y cuenta con todas las comodidades de un
refugio moderno. Pasamos las horas entre lecturas, cervezas y un encontronazo
con gente conocida, con la ilusión de que el tiempo mejora. ¡A ver si vemos
algo!
Strahlhorn desde Brittania Hutte.
Tocan diana, madrugón, caras
largas, alergia al agua fría, desayuno a la carrera, algún empujón con su muy
educada disculpa y por fin, todo listo, son las 3.50am.
La ruta comienza con un descenso
de unos 100m hasta llegar al glaciar de
Hohlaub, una vez en él, hay que encaminarse hacia las proximidades de la
arista de Hohlaub (2.900m) para
incorporarse al glaciar de Allalin. Por nuestra parte continuamos bajando
siguiendo unas marcas azules y blancas que salen desde el refugio. Cuando nos
dimos cuenta del error y después de un par de juramentos en arameo, remontamos
un espolón formado por grandes, bloques para salir a la huella buena con las primeras luces del
amanecer.
Ya sólo queda llegar al Adlerpass
(3.800m) y continuar hacia el Strahlhorn (a la izquierda del
Adlerpass). Este último tramo de ascensión (390m) es el más duro del día.
Llegamos arriba todavía con el día despejado, la panorámica es fantástica,
Cervino, Mont Blanc, el vecino Rimpfischhorn… En total y sin contar con nuestro
error, son unas 5h desde Brittania Hutte hasta la cruz que marca la cima.
Arista somital Strahlhorn.
La bajada hasta el refugio se
hace en unas 3.5h, no teniendo más dificultad que la condición en la que se
encuentra la nieve.
Ya en refugio y después de unos
minutos de descanso, decidimos bajar a coger el teleférico a la
estación de Felskinn para bajar a Saas Fee, desde donde pusimos rumbo a
Chamonix inmersos en el anunciado mal tiempo.
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