Páginas

miércoles, 11 de enero de 2023

Centro budista de Panillo: Dag Shang Kagyii (Huesca)

 

En el prepirineo, escondido entre montañas, en una de las sierras de la comarca de Ribagorza se encuentra el Centro budista tibetano Dag Shang Kagyii rodeado de bosques y colores que desprenden las banderitas de plegarias al viento: el azul del cielo, el blanco del agua, el rojo del fuego, verde aire y amarillo tierra.

El viajero que llega hasta este remanso de paz no es por casualidad, más bien atraido por la cultura y tradiciones tibetanas. Quizá algo más: serenidad, silencio o encontrar alguna respuesta.

Hay un parking para visitas donde dejamos el coche. Entramos por el Arco de bienvenida decorado con mandalas y flores, custodiados por la arquitectura típica de los templos budistas. 


Nada más llegar concentra toda nuestra atención la Gran Estupa blanca que se identifica como lugar de oración y retiro espiritual, dedicada a la iluminación de Budha. Monumento funerario de peregrinación desde tiempos antiguos. Representa la mente iluminada de Budha, la mente despierta. Para recibir los beneficios sagrados se debe recorrer en círculo haciendo girar los molinos de oración con respeto. Hay 108 molinillos de plegarias, número sagrado. 

El visitante instintivamente hace girar las ruedas como si ya hubiese estado antes y desea saber más de sus tradiciones y rituales para así beneficiarse de la energía y paz que desprenden.


Si estamos iniciados en las prácticas budistas reconoceremos el mantra de la diosa Kuan Yin que nos conecta con la compasión y el amor universal, nos ayuda a eliminar cualquier desarmonía: “Om Mani Padme Hum”. Lo veremos escrito en las paredes. Nos evoca la purificación del cuerpo, la perseverancia, la sabiduría…


Los Mantras son pequeñas frases que resuenan y dan sosiego. Cuando se recita un mantra el sonido que es vibración viaja por las ondas al universo y atrae lo que se está pidiendo. Los mantras aparecen en 3 idiomas: en sánscrito, lengua sagrada. En tibetano. Y abajo para poder recitarlo en una adaptación fonética latina. 


Pasamos al Molino de Oraciones descalzos. Es una estancia a parte con una enorme rueda de oración y donde poder recitar plegarias en intimidad. 

El edificio más grande es el templo que está en frente. Si hay retiros no se podrá visitar su interior. Ofrecen horas para unirse a la oración junto con los lamas del centro.

Hay dos esculturas-fuentes dedicadas al Guru Rinpoché y a la deidad femenina Tara Verde.


Diosa Tara Verde

Visitamos el Milarepa, figura del yogui asceta tibetano del siglo XI en una cueva de piedra.


Otro rincón agradable es el Budha dorado reclinado. 


Ya sólo nos queda visitar La Casa de las velas Budha y la tienda.

Existen unas casitas para retiro espiritual no abiertas al público.

 El Templo al fondo.

Un lugar de silencio que nos ha hecho recorrer las diferentes estancias.








 


No hay comentarios:

Publicar un comentario